Ammalur

La vida no se mide por las veces que respiramos, sino por los momentos que nos dejan sin aliento

jueves, febrero 23, 2006

Hoy

Como ya dije el fin de semana y para celebrar que acababa exámenes me fui a caldea con mi niño a pasar el día. Y la verdad es que fue una completa relajación. Creí estar en el cielo………es un momento recomendable para todo el mundo de verdad si podéis, pasaros y si vais bien acompañados, la salida es aun mejor, y la sensación de congelarse el tiempo es aun mayor.

El resto de la semana he vuelto a la rutina, al estrés y al agobio. La verdad es que si observas un poco cuando caminas, viajas, o paseas veras que todo aquello que te envuelve pasa rápido, casi sin poder saborearlo, casi sin poder ver. La eterna diferencia entre ver y mirar. No vemos, no miramos, no somos conscientes de nuestro alrededor, solo vamos con estrés arriba y abajo sin preocuparnos de nuestro mundo interno ni de lo que nos importa de verdad.
En ocasiones oigo casos de gente que trabajaba en una multinacional y que lo ha dejado todo por hacer una vida un poco mas bohemia, al principio pienso, locos! Pero luego me doy cuenta de que no vale la pena arruinarte la salud por ser alguien importante en la sociedad. Y cuando digo alguien importante me refiero a alguien que esta regido por las normas del capitalismo imperante en nuestra sociedad.

Si reflexionamos un poco nos daremos cuenta de que si de aquí a 1000 años, no quedara nada mas que nuestro cine, la imagen que tendrían los futuros habitantes de nosotros es la de una sociedad corrupta, violenta y con un excesivo culto al cuerpo. De verdad esas son nuestras metas? Conducir un porche, con un acompañante impresionante pero bobo o boba depende del caso y ser todo un mundo superficial? Yo he decidido que no.
He decidido que no cambio mis atardeceres de debate filosofal, mis cenas enzarzadas en la política. No cambio poder disfrutar de una pieza musical o de un buen poema. No cambio, poder reírme de un chiste, poder disfrutar de una buena conversación a las 3 de la mañana, por una vida superflua. No lo cambio.


Porque cada día me siento afortunada
Porque cada día me siento deseada,
Porque la mente siente a la par que el corazón
Y porque ya no llora mi razón.

Porque la vida sigue siendo bonita
Y porque las dificultades no tienen cita
Solo por ser quien soy
Solo por tener lo que tengo
Me siento afortunada sin creerlo.