Ammalur

La vida no se mide por las veces que respiramos, sino por los momentos que nos dejan sin aliento

domingo, septiembre 11, 2005

Todo a su tiempo

Después de una tormenta siempre llega la calma. Y en este caso es cierto. Después de las lluvias torrenciales, los tornados y las inundaciones, ahora el tiempo esta calmado, incluso soleado.
Llevo unos dias un poco de bajón, llevo unos dias que no lloro, pero tengo ganas, no lo hago, pero esta ahi la tentación diabólica contra la que lucho cada noche.
Voy remontando, como navio destruido por la tormenta, voy edificando mi ser, pero a prueba de terremotos. Construyo con una fuerte base, aunque cueste mas, aunque sea mas lento, luego en caso de sacudida, esta mas fuerte.
Cierro los ojos, y me acuesto en la cama, No puedo dormir , mis ojos se empeñan en seguir jugando. Yo les digo: a dormir! es tarde niños y debemos levantarnos temprano, cerraros y ver a través de los sueños donde descansareis. Siguen correteando hasta altas horas de la mañana.
Como ellos siguen correteando, mi mente sigue pensando. Me sumergo en el consciente, inconsciente de él durante las horas soleadas. Y le veo. Le veo con todas y cada una de sus sonrisas, con todas y cada una de sus palabras, con todas y cada una de sus caricias. Se me heriza la piel y luego, solo luego le veo alejarse. Mientras revivo mi sueño a diario, entiendo que él aparece en mis sueños porque nadie ocupa mis dias, mis pensamientos.
Quizas esta epoca del año me entristeze por su capacidad cambiante, hoy llueve mañana hace sol. Pero veo que la base de mi ser, esta bien construida, y aunque las sacudidas son fuertes, poco a poco, ya no caen, solo el techo, pero nada que no se pueda arreglar, porque la base de mi ser, sigue en pie.